Una vez, hace como cinco años, conociendo a quien después sería un amigo me pregunto: ¿Cuáles son tus hobbies?
Recuerdo que sólo la pena me censuró la respuesta que pensé inmediatamente: ¿la ansiedad cuenta como hobby?
Más allá de los Libros, que siguen siendo mi brújula reguladora, me encontraba en un momento de mi vida en el que no tenía cosas que hiciera por diversion. Pánico y doomscrolling eran mis hobbies más recurrentes
Poco después comencé a utilizar bujo como técnica para organizar mis agendas (pero eso va para otro post) pero fue así como llegué a la caligrafía. El esfuerzo por hacer tus cuadernos bonitos.
Es un esfuerzo que se siente rebelión en mi día a día lleno de actividades orientadas al capitalismo: que mis cuadernos se vean bonitos no me hace más organizada, ni me gana dinero, ni se monetiza de ninguna manera.

Pero me hace sentir como los monjes que hacen mandalas, como si estuviera hablando con una parte de mi que no es tan fácil acceder. El mundo se detiene y mis plumas y mi cuaderno me dejan hacer silencio en mi mente
Voy a estar escribiendo sobre algunos de los instrumentos que más me gustan para caligrafía, todos son baratos (aquí no tenemos para las plumas esas elegantes con tintas japonesas caras). Es un hobby que me ha ayudado a ser mas yo


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